jueves, 24 de febrero de 2011

yo sapo

Yo, sapo, antes de la metamorfosis, y no por un beso, renacuajo, ¿besos?, unas por amor, otras por pasión, muchas por compromiso y pesos, sigo siendo sapo, pero nunca solo, quien besa por soledad, siempre tendrá sapos, y no importa sapo o rana, la soledad no tiene genero, exigencia de sexo, benevolencia solo al abrir las piernas, y depende de la rapidez de abrir o cerrar, insistir, desesperación.
si a la amistad, es el primer paso al matrimonio, el divorcio la conclusión, o la muerte, hacerlo con mi mejor amiga, mi mujer, si. Otra amiga, algo triste, ella como toda mujer, arriesga prudencia, pero, no su otra mitad, cintura hacia cerebro, inteligencia, cintura hacia pies, instinto. de ellas solo espero, algo puro.
vjm

se me olvido

debo ir a comprar a la pulperia, pero se me olvido, lo que compraria, y esto que venia repitiendo por el camino, pero me distrajo el agua que corria, despues de la gran tormenta, me meti descalzo, que alegria, lo malo es al llegar a la pulperia, creo me dijeron que campiranas, no, a lo mejor eran guarachas, bueno en fin llevare cemitas pelonas, asi de paso me como el azucar que llevan encima. aqui estan mami las cemitas que queria. -Juan mira que este cipote, - por andar jugando se le olvido lo que traeria, yo cemitas no queria, pedi 5 pesos de tortillas,

como esta eso, que putas andas pensando, hace bien los mandados, mandalo de nuevo, y si regresa con esas cemitas, ya probaras esta faja, que pega duro todavia,
tene, anda cambialas cipote de porqueria.
-Doña Teresa, fijese que mi mama tortillas era lo que queria, aca estas las cemitas pelonas. -hey vos cipote, esas cemitas vienen relamidas, sos un chancho, como crees que las aceptare si estas casi comidas.
- a la pucha, y ahora como le hago.
ya se ire donde mi abuelita, en fin ella casi no mira.
-abue, dice mi mami que si le cambia estas cemitas por unas tortillas. -hay mijo, si no supiera yo de tus leperias. limpiate los cachetes, los andas llenos de azucar,
y toma llevate las tortillas y termina de comerte las cemitas y por favor deja de andar diciendo tantas mentirillas.

Victor Jose.

insolente cachetada

Insolente Cachetada
el tiempo caerá inmisericorde, las flores tienen un periodo para ser admiradas disfrutadas, luego se marchitan y caen, por eso cuando están en su mejor esplendor, llegan aves, abejas, llegan gorriones, y hasta los humanos disfrutamos de sus olores, y de esos espectaculares esplendores. luego perecen y lo único que queda es el olvido, o un lindo recuerdo
yo te mirare algún día
cuando el tiempo de tu esplendor concluya, y hagas recuentos de tu vida, y si no tienes en tus diarios prejucios de mis dudas, pero quizás asome en ti una duda, que no sea algo que pudistes hacer..

yo te invito en forma ordenada, primero un café, una cena, ir al cine, y por ultimo el placer

lo digo en tiempos espaciados, el disfrute de un cafe, el deguste de una cena,
puede que antes de ir al cine, ya me hayas condenado, o quizá me hayas aprobado para el momento del placer

no es cuestión de un solo día. son momentos separados, convencer a nuestros sentidos, de llegar después del atardecer

ten cuidado cuando si te ofendo, analiza bien lo lo encomendado, tiendo a veces a no convencer.

distinto para ti seria, decirte todo de revés, primero el placer, después el cine, luego una cena, y por ultimo el café, es casi seguro un cachete colorado por una mano de reves

Y nosotros los feos

Estaba esperándote, impaciente, ¿cómo serás? Mi única pista era un retrato y que llegarías en un vestido rojo, yo te dije que estaría vestido con camisa color naranja, para hacer fácil el reconocimiento, por poco dije fluorescente, en la puerta asomo una chica en vestido rojo, impresionantemente bella, saque de mi bolsillo tu foto, no se parecía a ti, ella atisbo, recorrió todo el salón en busca de alguien, al cruzar nuestras miradas yo le di mi mejor sonrisa, que linda es, me dije, y mi corazón se sobresalto, remoje mis labios, mi mano acaricio mi cabello, pero no eras tú. Ella paso de largo, se planto dos mesas atrás de mi, frente a un ser a ella igual, con talante de galán. Pero con camisa de color normal.
Centre de nuevo mi vista hacia la entrada, el salón fue llenándose de personas, elegantes, altas, bajitas, gordas, flaquitas, guapas, feas. Hice un recorrido visual, un inventario mental, una encuesta para amortiguar mi espera, no estaba tan solo, éramos más los feos y feas, pocas personas bellas, era el resultado de mis valoraciones superficiales.
Absorto en mis pensamientos, no me di cuenta de tu imperiosa llegada, apareciste, vestida de rojo en dos piezas, debo confesar me desilusione un poco, nada atractiva, ni en rostro, ni en cuerpo, con tu presencia aumento mi estadística de los feos del salón.
En conjunto nada de proporción, pero al ir avanzando en la conversación, descubrí, el color de tus ojos, brillantes, llenos de vida de alegría, tus labios, perfectos, y qué decir de tu bien formados y cuidados dientes, inevitable observar detrás de esa tremenda sonrisa. ¡Oh¡ que cabello, negro, lacio, jajaja el viento no te lo dejaba en paz, odie en ese momento el maldito equilibrio de la armonía. Y te confieso que después de ti, he aprendido a observar por separado. Y a odiar la simetría
Te escuche, y confieso, a veces no, pensaba en tu voz, vi la sonrisa que dispensaste a quien nos atendió, como si fuere amigo de siempre no un sirviente, nada de diva, derroche de amor, también me sorprendió tu espontanea carcajada a una ocurrencia mía, sin pudor, sin miedo, hecho que detuvo miradas en la mesa de nosotros, si, era mesa de feos, pero que rebosaba de alegría, que amena compañía, ya estaba muy lejos de mí, aquella primera impresión, ya ni recordaba mi primera desilusión, hoy que leas esto, te pido humildemente perdón, por esa primer valoración. Definitivamente fue una velada feliz, fue un deleite estar contigo, al salir ya no éramos feos, eras la más bella del salón, iba tras de ti, mire tus pantorrillas, aaahhhhh que tremenda emoción, quedamos de acuerdo en una nueva reunión, creo también te fijaste muy bien en mi, pues emocionada dijiste que si. A veces la mirada opina, pero quien decide es nuestro corazón.
Victor Jose Martinez

martes, 11 de enero de 2011

sabe que no tengo miedo a preguntar si me ama, pues el estar a su lado, me responde, tampoco temo ir a su encuentro, pues eso solo es la conclusion de deseos, yo soy un hombre que no entiende y no pregunta cosas que ud responde sin hablar, ...y como ud esta en mi, y eso es lo mejor, y por eso estoy aqui, seguro, justificado, sin ganas de medir el tiempo, pues ese es nuestro mejor enemigo. siempre buscare soluciones, cuando algo quiera interponerse, yo llegare alli, donde es justo llegar, donde debo llegar, se que estara alli, esperando, sintiendo cierto lo que ni siquiera soñe es realidad.