Adivinar apariencias, ver colgadas las mejores fotografías, y la presencia que se ven en las retinas de los cercanos, privilegios de pocos, ansias de muchos, incluidos mis sueños, yo no sé si es suerte, o delirio haberme concentrado en ti, y no podre decirte que mi alma y mis mejores momentos están heridos, por esperanzas perdidas, de ver en mis recuerdos tu rostro frente a mí, esa es mi nueva fe, ya te habrás dado cuenta que juego con los sinónimos de la fe, y he determinado mis antónimos de Esperanzas, quizá sea estar enojado, de no poder cansarme de pensar en ti, o mesiánicamente encontrar un lugar en ti, donde yo pueda encontrar mi lugar de amar, mi fe.
No te confíes, nunca de mí, yo siempre encuentro lo que quiero, hago a un lado mis desilusiones, que raro, yo siempre vengo a este lugar a ver, si has llegado, y cuando no te encuentro, reviso mis ingresos, hago resultados y mis arcas me alejan de ese lugar donde habita tu corazón, entonces recurro a mi única verdad, soñar y solo así te veo llegar a mí, lastima no te puedes dar cuenta que he abierto para ti mi alma, que locas mis esperanzas, que tristes desesperanzas, y entre tantas cosas el buscarte me ha enseñado, que aun respiro, que aun suspiro, que aun me someto al arrebato Cupido.
No me preguntes si tú me dueles, pregúntame si tengo frio, si existe un tipo de alegría, que me permita ver detrás de ti. Qué extraña forma de amar, pero no debo asombrarme, si muchos aman a Dios y no le ven. Así es de fácil vivir con amor sin ver lo amado.
Tú no terminaras de existir, porque yo me niego a no vivir sin ti. Y no creo algo pueda arrancarte de mí. Mi cuerpo siempre está lejos de ti, pero no puedo permitirme me elimines de ti. Y en esto de adivinar apariencias, he desvelado la mejor de tus fotografías. vjm
martes, 23 de noviembre de 2010
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